Coach nutricional. Aprende a comer bien

Somos lo que comemos. Qué gran verdad, ¿no creéis? Desde la pandemia nos hemos dado cuenta que la salud (junto a otros factores, por supuesto) es el motor de vida tanto individual como social, y qué mejor manera de empezar que cuidando nuestra alimentación de una forma sana y consciente. Cuántas veces nos hemos sentido mal por comernos una pizza familiar un sábado con amigos o hemos evitado comer fruta por la noche porque según fuentes desconocidas (a saber de dónde hemos sacado esa información…) dicen que engordan. 

No sé vosotros, pero yo me siento como si estuviera nadando a contra marea en un mar de sobreinformación sobre nutrición en donde aprendes de todo, pero a la hora de la verdad, no sabes nada. Por esa razón, hoy en New Rule Magazine entrevistamos a Bárbara González (@nutritionwearsprada), nutricionista y coach nutricional, que nos va a dar consejos y claves para poder iniciarse de forma clara y segura en la nutrición saludable.  

“Una buena alimentación es aquella que se amolde a ti, a lo que tu necesites”

Bárbara González

No existen dietas milagrosas que obtienes por internet y es igual para todo el mundo, es necesario adaptar la alimentación de forma individual y ajustarla a unas necesidades concretas 

“Tener una alimentación saludable es saber qué comer, cuáles son aquellos buenos alimentos que son los que tienes que escoger. También engloba lo que sería el ejercicio, tu círculo social, que estés bien mentalmente… En resumen, una buena alimentación tiene que ser consciente y específica a cada persona”.

Cambio de hábitos con la pandemia

Con la pandemia, los hábitos alimenticios han cambiado. Según estudios, se han producido cambios respecto a la nutrición en cuanto a un mayor interés en el consumo de frutas, hortalizas, legumbres y pescados. Bárbara nos comenta “En nutrición siempre hay un gran depende, no se puede generalizar, pero sí siento que ha cambiado tanto para bien como para mal”. 

 “He visto a personas que han empezado a preocuparse más por su alimentación porque quieren tener el sistema inmunológico más fuerte o se han vuelto más conscientes de lo que se llevan a la boca. Sin embargo, otros han experimentado conductas como el hambre emocional, han tenido más ansiedad, miedo a salir a comprar…Y eso ha provocado que sean más caóticos en la manera en la que comen porque no lo controlan” .

Estos cambios han sido en muchas ocasiones provocados por el teletrabajo. Ahora, el estar tanto tiempo en casa y con la nevera llena pasa factura e inevitablemente picoteamos entre horas ¿Qué recomienda Bárbara para esos momentos? 

 “A mí me gusta, y es algo que vi al nutricionista Aitor Sánchez (@midiertacojea), es que en casa solo se tenga snacks saludables tratando de comprar comida que sea buena nutricionalmente hablando. Así, cuando se tenga ganas de comer, vas a tener alimentos saludables como pueden ser anacardos, una pieza de fruta… cosas que sabes que te van a apetecer y que las tienes a mano. Si ya te apetecen unas patatas y no las tienes a mano, no queda otra que bajar a comprarlo y, por lo tanto, te planteas si realmente te apetecen. Es así como dentro de casa se puede cuidar esa línea de comer entre horas”.

Boom en las redes sociales en el campo de la nutrición

No solamente hemos visto un cambio de hábitos en lo relacionado con lo que comemos, sino también se ha experimentado un boom en todo lo relacionado con el ejercicio y los entrenadores físicos y además, con los coach nutricionales como el famoso Carlos Ríos y su ya estilo de vida realfooding. ¿Crees que esta tendencia ayuda a comer bien y a concienciar más a la gente? 

“Es verdad que en los últimos años ha ganado más fuerza el campo de la nutrición debido a que la gente se está preocupando más por su salud, por conocer qué está comiendo. Carlos Ríos está ayudando a la gente a ser un poco más consciente de no comer tantos procesados y cómo funciona la industria alimentaria, pero es verdad que es un movimiento donde sus adeptos lo pueden llevar al extremo e incluso provocar trastornos alimentarios como la ortorexia. Esto realmente lo que está haciendo es limitar mucho la alimentación e impide llevar un estilo de vida normal”. Opina nuestra profesional del sector. 

Encontrar el equilibrio

Si comes sano y lo llevas al extremo es malo, pero si no comes sano es igual de malo ¿Cómo podemos encontrar un equilibrio sin llegar a obsesiones con los productos sanos o “no procesados”?  González nos hace una explicación muy sencilla

“Yo creo que todo se basa en la flexibilidad y en aprender a comer bien, leer el etiquetado de los productos y ver cómo son realmente las cosas. Todo se resume en consumir con moderación. Conseguir un buen hábito consiste en ir jugando un poco con los alimentos sin prohibir ninguno, sino sustituirlos por una opción mejor para ti”

 Ejemplifica diciendo 

“Si tú de lunes a sábado comes bien, de manera consciente, sana, y el domingo decides comerte una hamburguesa, no vas a destruir lo que vienes haciendo. Con esto no digo que tengas un día en específico para comerte toda la comida basura o menos sana que no has comido durante la semana, porque entonces vas a provocar que el resto de días sean un “castigo” y eso no es así. Lo que más bien intento fomentar es que si te salen planes con tus amigos, comas sin problemas pizza, hamburguesa, cerveza… ya que es un momento puntual, no tu alimentación habitual”. 

Estamos casi entrando en el verano, las quedadas con los amigos y familiares a tomar algo son casi diarias y variamos un poco más nuestra dieta con alimentos menos sanos. Pero como veis, si seguimos una dieta equilibrada y sana, no tiene por qué repercutir ni en nuestra salud ni en nuestro físico.  Pero, cuándo compramos, cómo conseguimos productos que fomenten ese equilibrio. Bárbara ha hecho mención al etiquetado de los productos,

¡Veamos cómo podemos aprender a leerlos!

“Para aprender a leer el etiquetado, recomiendo la infografía del nutricionista Aitor Sánchez donde enseña qué es lo que se debe buscar en un etiquetado. También existen aplicaciones que ayudan un poco con esa tarea sin embargo, tampoco son muy buenas porque al final te dice: este producto es alto en grasas saturadas, por ejemplo, la leche, pero no te dice que la calidad de las grasas saturadas de la leche son de mejor calidad que el de las grasas saturadas de un fuet. Simplemente te dice que tiene muchas grasas saturadas, pero esas grasas saturadas realmente no son malas. Entonces, no evalúan la calidad de los nutrientes, sino la cantidad”.  

La famosa compensación

Con estos consejos, parece que se va esclareciendo el asunto de la alimentación. Ahora, bien, no es simplemente tener información y ponerlo en práctica, también hay que estar en buenas condiciones mentales para no obsesionarse con los resultados que puede tener comer bien tanto en salud como en físico. Mucha gente genera un sentimiento de culpa, en un momento determinado, cuando cree que ha fallado en este aspecto y realiza lo que se denomina compensación.

“Hay muchas personas que hacen la llamada compensación; en la comida comí mucho por lo que por la noche solo voy a comer lechuga y zumos verdes para compensar. Eso no es efectivo. Al final del día lo que cuenta es la cantidad de calorías que hayas ingerido, no que hayas comido un plato de espaguetis en la cena o hayas comido x alimento en x horario. Qué bajes o subas de peso va a depender mucho de la actividad física que realices durante el día y realizar con los alimentos un déficit o superávit de calorías”, nos detalla Bárbara

Acudir a un profesional nutricionista

No hay que olvidar, que toda esta información es para conseguir datos básicos que nos ayuden a iniciar este estilo de vida y saber cómo comenzar a comer bien. Pero si de verdad queremos hacerlo bien, hay que contar con la ayuda de profesionales como señala nuestra nutricionista

“Imagina que tienes una cirugía importante y vas a un médico que no sabes si tiene experiencia, si se graduó en la universidad… ¿confiarías tu salud a ese “profesional”? Pues lo mismo debe ocurrir cuando se trata de la alimentación, que es lo que te permite funcionar durante el día a día, es el combustible de tu cuerpo. ¿Vas a dejar que cualquier persona que comente tener un coach de lo que sea o una semana de nutrición te diga qué es lo que tienes que meterle a tu cuerpo y qué no?”.

Por último, puntualiza “Hay que quitar el estigma de que ir al nutricionista es un servicio para privilegiados como si fuera unas vacaciones al Caribe. Acudir a este tipo de profesionales es invertir en salud”