Bienestar social. La importancia de rodearse de buenas personas

Ir a tomar una cerveza con los amigos, ver una peli con la familia o simplemente tener una conversación interesante con nuestra pareja son aspectos cotidianos que no damos importancia, pero realmente hacen que vivamos mejor y obtengamos el denominado bienestar social. 

Hoy, en nuestra Semana del Bienestar, toca hablar sobre otro de los pilares clave para conseguir y disfrutar del bienestar en su máxima expansión. En esta ocasión, las redactoras de New Rule Magazine no estamos solas, y con la ayuda de una profesional del sector de la psicología, María Belén Castillejo, explicaremos qué es el bienestar social y cómo el COVID- 19 ha afectado a nuestra comodidad social. 

Qué es el bienestar social

María Belén Castillejo nos explica:

Podemos entender el bienestar como un factor de protección. Un tipo de factor de protección es el social, que son las relaciones sociales que tengamos y el apoyo que percibimos de las mismas.  

Es importante destacar que los factores sociales influyen sobre cómo nos sentimos, pero también lo hacen los factores comunitarios que pueden ser

• Económicos
  
• Culturales
  
• Históricos del contexto en el que vivimos

Esto quiere decir que nuestro propio bienestar no sólo depende de cada uno de nosotros y nosotras, sino también de, por ejemplo, la pandemia que vivimos actualmente, entre otros muchos factores.  

De esta manera, podemos determinar que las relaciones sociales son básicas y necesarias para que todas las personas nos podamos desarrollar de forma íntegra y adaptarnos a las circunstancias que nos rodean. Nos pueden aportar muchos y diversos beneficios como apoyarnos durante situaciones complicadas, compartir momentos de distensión y divertimento, proveernos de cuidados y afecto… Así, a su vez, las relaciones sociales impactan sobre nuestra salud, bienestar, autoestima, identidad…  Es decir, el bienestar social es un aspecto esencial para las personas. 

Pandemia y bienestar social

Como sabéis, la relación entre la pandemia y el bienestar social ha sido instantáneo a la vez que inevitable. Sin embargo, ¿qué efectos ha provocado en cuestión? ¿Tiene que ver con la llamada ansiedad social?  

No solo nos hemos tenido que adaptar a una nueva situación social, sino que nuestra vida al completo ha cambiado. Así, ha resultado difícil casi empezar desde cero. 

“Respecto a las consecuencias de la pandemia sobre las relaciones sociales, varían dependiendo de factores como la edad” resaltó María Belén Castillejo. Asimismo, desde Appinio, plataforma global de investigación de mercados, ha resaltado este dato con un estudio de jóvenes españoles de entre 16 a 24 años.  

Un 24% de los jóvenes de 16 a 24 años está incómodo a la hora de volver a su vida social normal, una vez finalizadas todas las restricciones. Dicha incomodidad tiene relación con el 43% de los jóvenes sobre la ansiedad social, esto viene relacionado con el miedo a contraer el virus (40%) y un 30% sobre la preocupación por estar en grupos grandes. 

“Además de las personas jóvenes, también las personas mayores han sido afectadas en menos proporción debido a la mayor facilidad que los jóvenes tienen con las tecnologías”, afirma Castillejo. Las personas mayores se han visto mucho más asiladas ya que, normalmente, no han sabido realizar videollamadas u otro tipo de conexiones vía internet para seguir relacionándose con su entorno. 

“También depende de la importancia que le damos las personas al contacto físico como método de comunicar nuestro afecto. Las nuevas tecnologías han actuado como factor de protección.”, resalta finalmente.  

¿Está bien visto pedir ayuda psicológica?

El problema de que se vea acudir a terapia como algo negativo es que hay personas que sienten dificultades en su día a día. No se atreven a acudir por todos los prejuicios negativos que hay en nuestra sociedad. 

Todas las personas pasamos por momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas. Acudir a terapia no es un signo de debilidad, sino que es más bien una muestra de valentía.

María Belén Castillejo. 

El primer paso fundamental es reconocer que nuestro malestar deba tener un apoyo profesional. Es decir, “dar el paso de querer buscar una solución con la ayuda de la terapia psicológica” 

  A raíz de esta pandemia, muchas personas han acudido a profesionales del campo debido a que ya hay más concienciación y menos prejuicios a la hora de pedir ayuda. Se detecta con más de facilidad. 

Hay una evolución progresiva y positiva, sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer. 

Finalmente, cabe destacar la falta de profesionales de la psicología en el sistema de salud pública. “Esto es fundamental ya que la salud mental es también salud y no hay profesionales suficientes en el ámbito público para poder dar un servicio de calidad a la población”, finalizó María Belén.  

Es normal que a veces nos sintamos tristes o decaídos por problemas sociales, es más, incluso es bueno permitirnos sentir esas emociones que nos desagradan. La pandemia nos ha provocado situaciones de malestar que son difíciles de afrontar.

Sin embargo, si sentís que no son hechos puntuales lo que os hace estar mal, si sabéis que algo no va bien en vuestras vidas, o vivís alguna situación que os gustaría trabajar, podéis pedir ayuda psicológica para poder alcanzar el grado óptimo de bienestar social indispensable que necesitamos para vivir bien.

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